La pleuresía generalmente es causada por un virus, como el virus de la influenza.

Las causas menos comunes incluyen:

• Infecciones bacterianas, como neumonía o tuberculosis.
• Un coágulo de sangre en los pulmones (embolia pulmonar).
• Lesión: si las costillas están magulladas o fracturadas, la pleura puede inflamarse.
• Cáncer de pulmón.
• Afecciones autoinmunes, como artritis reumatoide y lupus.

El síntoma más común de la pleuresía es un dolor agudo en el pecho cuando se respira. A veces también siente dolor en el hombro.

El dolor puede ser peor al toser, estornudar o moverse. Se puede aliviar tomando respiraciones superficiales.

Otros síntomas incluyen dificultad para respirar y tos seca.

Consulte a un médico neumólogo si tiene dolores punzantes en el pecho al respirar u otros síntomas de pleuresía.

Por lo general, la pleuresía se puede diagnosticar en función de sus síntomas.

En la consulta escucharemos su pecho, para verificar si puede sugerir que tiene pleuresía.

Es posible que se necesiten pruebas adicionales para determinar qué está causando la pleuresía y qué tan grave es.

Estas pruebas incluyen:

• Análisis de sangre.
• Radiografías de tórax.
• Una ecografía.
• Una tomografía computarizada.
• Una biopsia: donde se extrae una pequeña muestra de tejido pleural o tejido pulmonar para realizar pruebas adicionales.

El tratamiento para la pleuresía generalmente implica aliviar el dolor y, en algunos casos, tratar la causa subyacente.

Si se trata con prontitud, la pleuresía a menudo mejora sin causar ningún daño pulmonar duradero.

Nosotros podemos dirigir el tratamiento para el dolor y el tratamiento de la causa subyacente.